No fue mi primer instrumento y de no haber sido por las ganas que siempre tuve de tener una banda creo que nunca el bajo hubiera llegado a mi vida. Era siempre la figurita difícil de conseguir cuando quería armar un grupo, nadie quería ser el bajista, todos éramos violeros. Hasta que un día me cansé de que ese puesto quedara vacante y que los proyectos que tenía se trunquen, así que finalmente decidí hacerme cargo de las cuatro cuerdas y desde ese momento nació una relación de amor que hasta el día de hoy perdura.
Pasé por varias bandas y formaciones, de diferentes estilos. Sin embargo en todas ellas hubo un denominador común, y ese era el “Blues”. Este género tan noble, tan lindo y tan sentido, porque si hay algo que le sobra es sentimiento, hizo que con las distintas bandas encontremos un sonido, una identIdad, una forma de tocar e interpretarlo que nos una. Nos sirvió de base para conocernos más como intérpretes y músicos.

Durante este libro, vamos a encontrar diferentes canciones que servirán como excusa para explorar y ahondar en recursos y técnicas que se pueden aplicar. La idea no es tocar fielmente la línea de bajo que se hace en el tema, sino que el tema sea una base para ver de qué manera podemos encontrar y desarrollar un nuevo lenguaje que enriquezca nuestra interpretación.