Te pensé de todas las formas, te imaginé en colores y en blanco y negro, juntos nos creí superiores como dioses del Olimpo, nos soñé inmortales como oradores del discurso más difícil.

Navegué por las más oscuras aguas de la incertidumbre, resbalé en el musgo de tus palabras, me ahogué en las profundidades de lo imposible, padecí la lejanía de tus verdades.

Imaginé un eterno resplandor juntos, que no pudo ser, pero, no hay culpas ni culpables, no hay dudas ni delitos, no hay dos sin dolor ni dos sin valor.

El tiempo, fiel testigo de las imágenes fluirá como el agua y arrastrará consigo nuestras huellas preservando la esencia de lo que fuimos si es que fuimos como un eterno eco que susurra imperceptible.

 

Abogado y escritor. Se desempeñó como ejecutivo por más de 20 años, en la industria del entretenimiento. 

El desarrollo de su experiencia en el mundo jurídico le ha permitido conocer distintos países, esa combinación ha sido de gran inspiración para luego plasmarla en su escritura.